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Moriteru Ueshiba - Principles of Aikido
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ASPECTOS IMPORTANTES DE LA PRÁCTICA
ASPECTOS IMPORTANTES DE LA PRÁCTICA
Publicado originalmente en Aikido-Unioversitas
https://www.facebook.com/notes/aikido-universitas/aspectos-importantes-de-la-pr%C3%A1ctica/315379975155615
1.Espalda recta, cuerpo relajado y la mente en calma
La columna vertebral soporta el peso del cuerpo, por lo que debe mantenerse recta con naturalidad. La cabeza debe mantenerse erguida, el cuello relajado y la barbilla ligeramente metida hacia adentro, como si tuviésemos la cabeza levantada con una cuerda. No se debe curvar ni ladear la espalda para evitar tensiones musculares sobre el tronco que nos impedirían respirar con normalidad y mover los brazos libremente.. Procurándonos una visión más clara de cuanto nos rodea. ¡Espalda recta, piernas flexionadas, mirada al frente! Sin importar el tipo de movimiento que efectuemos.
El cuerpo debe de estar relajado para que las posturas sean naturales y todas las partes del cuerpo puedan moverse libremente. El Aikido nos enseña a relajar las diferentes partes de nuestro cuerpo. Un cuerpo relajado facilita la concentración en la respiración y en el movimiento, posibilitando unos movimientos fluidos y continuados. Evitar la falta de energía y flacidez
Hay que estar tranquilo durante la práctica, eliminar los pensamientos que distraigan nuestra atención y concentrarse en los detalles de la técnica. Una mente en calma nos ayuda a interiorizar nuestras acciones.
"El cuerpo va donde llega el espíritu".
2. Expansión y contracción, duro y suave (fuerte y vacío)
La expansión y la contracción son las manifestaciones externas de la acción del espíritu interno ( en este caso concreto, del Hara. Todos los movimientos que parten del Centro hacia el exterior, como la extensión o la elevación pertenecen a la expansión y todos los movimientos que van hacia el Centro, tales como la flexión o la caída pertenecen a la contracción.
Todos los movimientos finalizados (técnicas) son fuertes, pero mientras se están ejecutando son vacíos.- Ej. Cuando ejecutamos una técnica en ura ( Ikkio Ura), mientras estamos pivotando estamos vacíos pero al finalizar la ejecución estamos fuertes.- Cuando nos concentramos en la mano derecha, esta es fuerte y la izquierda vacía.-
Expansión y contracción, duro y suave se manifiestan en todas las técnicas, mezclándose y cambiando entre si armoniosamente, sin embargo cuando se trata de una proyección (nage) dureza y suavidad deben ejecutarse con gran velocidad.
Esta mezcla, debe volver a mezclarse una vez más con otro agente no menos importante que es la respiración. Por lo general un movimiento de expansión va acompañado de una inspiración y un movimiento de contracción va unido a una expiración. ¡Armonizar movimiento y respiración!
3. Ser enérgico y concentrar el Ki en el Hara
Los movimientos deben ser enérgicos y estables, debemos trabajar con energía y hacer funcionar la vitalidad (Ki) a través de nuestro cuerpo para ejecutar las técnicas con elegancia y armonía de movimientos. Los gestos deben ser relajados pero llenos de vigor, como si la fuerza interior estuviese a punto de explotar en cualquier momento. Para que esto ocurra debemos concentrar el Ki en el Hara o lo que es lo mismo, debemos estar concentrados en hundir la vitalidad en el Hara para obtener una sensación de plenitud en esta parte del cuerpo. Hay que integrar el movimiento del uke y el nuestro en el centro (Hara) y desde aquí expulsarlo con convicción, para obtener un resultado optimo y satisfactorio para ambos.
Solo de esta manera obtendremos una postura fuerte y equilibrada, evitando el desequilibrio..
4. Coordinar los movimientos y mezclar lo interno y lo externo
Un solo movimiento mueve todo el cuerpo. El Aikido al ser un Arte interno y un entrenamiento físico dinámico pensado para el hombre (sin imitaciones de animales como en otros estilos Budo) exige que todas las partes del cuerpo estén en perfecta armonía, unificando los movimientos de espalda, cadera, brazos y piernas. Cuando una técnica a finalizado, debemos estar perfectamente posicionados, manos y pies, espalda, cadera y ojos deben acabar de forma precisa, en el mismo momento Hay que centrarse en coordinar los movimientos.
.Pero, no basta con coordinar los movimientos solo en apariencia, se debe prestar especial atención al aspecto interno y dirigir los movimientos corporales durante la ejecución de una técnica para mezclar lo interno y lo externo en uno solo. El principiante debe preocuparse de imitar la técnica, pero una vez adquirido un cierto dominio de esta, hay que dirigir la atención hacia el interior y buscar el flujo de energía vital para conducir cualquier movimiento desde el interior hacia el exterior, facilitando la acción.
"Sin movimiento interior no hay acción exterior”. Mezclando lo interno y lo externo podremos alcanzar una coordinación perfecta y entenderemos mejor la unidad existente en la mayoría de técnicas de Aikido.
5. Calma y acción
Nuestro espíritu necesita calma para vencer correctamente. No podemos dejarnos arrastrar por iras ni miedos infundados que solo son fruto de nuestra imaginación y que nos impedirán ver y valorar la realidad en su justa medida. Hemos de aprender a entrenar sin intención, con calma y tranquilidad, sin prisas..
Entrenar con lentitud puede ayudarnos a tener una buena base, entender y corregir los movimientos con precisión, mejorar nuestro equilibrio y potenciar nuestra fuerza interior. Pero debemos mantenernos enérgicos y concentrándonos en todo momento desde el principio hasta el final.
Si conseguimos aplicar una técnica con eficacia a una velocidad lenta, en el momento que deseemos podremos acelerarla obteniendo unos resultados realmente devastadores y del todo satisfactorios. De esta manera, damos un mayor sentido a la practica y nuestro nivel técnico mejorara con total seguridad.
Calma y acción van unidos a lento y rápido, a interno y externo.
6. Ser firme y correcto, ser constante
La función del entrenamiento en Aikido es sobre todo la de mejorar nuestra salud ( física y mental) y la de fomentar grandes valores en sus practicantes, tales como el respeto y el amor al prójimo.
El Aikidoka debe cultivarse para ser una persona firme y correcta en todos los aspectos de la vida. En el respeto al maestro y en el respeto por sus compañeros. Así mismo debe entrenarse duramente y ser constante en la práctica del Aikido para mejorar su salud. Lo más importante es la constancia, si no se persevera, no se llegara a dominar el Arte. Únicamente con una práctica y continuada se podrá entender la sutileza y la profundidad de este maravilloso Budo y llegar a obtener auténticos beneficios para nosotros, tanto físicos como mentales y morales.
"Habiendo practicado diez mil veces, lo maravilloso se manifestará por sí mismo". Prov. Chino
L.N. Macua. Aikido Satori.
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AIKIDO CANCUN
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Aikido Video - Morihei Ueshiba - Old Japanese Documentary
AIKIDO
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Kisshomaru Ueshiba (植芝 吉祥丸 Ueshiba Kisshōmaru, 27 de junio de 1921 - 4 de enero de 1999
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Aikido and the Structure of the Universe - Aikido Sangenkai Blog
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PRACTICA DE AIKIDO FINES DE SEMANA AIKIDO CANCUN
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PRACTICA DE AIKIDO EN CANCUN MEXICO
PRACTICA DE AIKIDO AIKIKAI EN CANCUN
Jovenes y Adultos
Lunes a Jueves de 8.30 a 9.30 pm
Niños y Jovenes
Martes y Jueves de 6.30 a 7.30 pm,
General
Sábados y Domingos de 9.00a 11 .00 am.
Ubicacion
AV. 16 de Abril lt 9 mz 1
SM10-A C.P. 77500 CANCUN QUINTANA ROO MEXICO.
Telefono 998 231 4663
Out side Mexico +52 1 998 231 4663
e-mail:
info@aikidocancun.com
roninaikido@gmail.com
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Morihiro Saito Sensei 9 Dan Aikido. 1964 Iwama, Kurita Y. Shihan Uke
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"Morihei Ueshiba's Daito-ryu Aikijujutsu Teaching Certification," by Sta...
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Aikido - ATEMI
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SEMINARIO DE AIKIDO Y IAIDO VERCRUZ MEXICO MAYO 31 Y JUNIO 1 DE 2014
Kurita Juku Aiki y Kurita Juku Aiki Veracruz
Seminario de Aikido y Iaido
Mayo 31 y Junio 01, 2014
Okuyama Shihan
Puerto de Veracruz México
Info:
Armando Rivera Shidoin
armandoideas@hotmail.com Tel 2299333588
Griselda Ramón
grriiss@hotmail.com Tel. 2299821685
T.S. Okuyama Shihan
Okuyama Shihan ha estudiado Aikido por mas de 30 años y Iado por más de 20 años tanto en los Estados Unidos como Japón, bajo un número de maestros de Aikido y Kendo / Iadio, reconocidos internacionalmente.
Nativo del Japón, inició su entrenamiento de Aikido en 1972 en Chicago con A. Tohei Shihan, maestro de Aikido del Japón.
En 1982 inició la práctica de Iaido en San Diago con el reconocido maestro de Aikido T. K. Chiba Shihan. Entrenó tanto Aikido como Iadio con Chiba Shihan y Kendo en el templo Budista local hasta su regreso a Japón en 1983, donde continuó su entrenamiento en Muso Shinden Ryu Iaido con T. Mitsuzuka, 8º Dan, Kyoshi, el profesor de Iaido de Chiba Shihan. Continuó entrenando Aikido, Kendo y Iaido mientras vivió en Japón. En 1985 se mudo a Ann Arborl, Michigan y fundó Great Lakes Aikikai en 1988 donde enseñó Aikido y Iaido. Se relocalizó a Albuquerque en Septiembre 2001 y en el presente enseña Aikido y Iaido en Albuquerque Aikikai como Maestro en Jefe.
En 1992, recibió el 5º Dan y certificación como maestro, Shihan, en Iaido de T. Mitsuzuka Shihan. En Enero 2004, recibió el 6º Dan y autorización para abrir un Dojo sucursal de Sanshinkai en Norte y Sud América.
En México, los instructores han recibido la certificación Shidoin otorgada por Okuyama Shihan.
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"KI NO CHIKARA" KURITA SHIHAN SEMINARIO JUNIO 2014
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AIKIDO CANCUN HORARIOS DE PRÁCTICA VERANO OTOÑO 2014
AIKIDO CANCUN
HORARIOS DE PRÁCTICA VERANO OTOÑO 2014
INICIANDO JUNIO 10
MATUTINO
MARTES Y JUEVES DE 7.30 A 8.30 A.M
SABADOS Y DOMINGOS DE 9.00 A 11 .00 A.M
NOCTURNO
LUNES A JUEVES DE 8.30 A 9.30 P.M
TOTAL DE HORAS SEMANA/MES
10/40
DOJO
“CAR” CANCUN GYMNASTICS
Av. 16 de Abril SM 10 A Lote. 4
Cancún, Quintana Roo
C.P. 77500.
INFO: Cel .998 2314663
Facebook: Aikido.Cancun
Twitter AikidoCancun
Google+ AikidoCancun
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KURITA SHIHAN - KURITA JUKU AIKI
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“Who Controls the Technique, Uke or Nage?” by Nev Sagiba
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CURSO DE VERANO 2014 PARA NIÑOS Y JÓVENES INTRODUCCIÓN AL AIKIDO
CURSO DE VERANO 2014 PARA NIÑOS Y JÓVENES
INTRODUCCIÓN AL AIKIDO
CURSO DE VERANO 2014 INTRODUCCIÓN AL AIKIDO
El centro de alto rendimiento “CAR” Cancun Gymnastics en colaboración con Aikido Cancún han preparado dentro de Curso de Verano 2014 un programa de introducción a la práctica del Aikido en el Dojo de Aikido del “CAR” donde todos los niños y jóvenes que asisten a curso de verano tendrán la oportunidad de conocer la Historia y etiqueta del Aikido, así como al introducción a movimientos básicos, coordinación pies manos y Ukemi.
El objetivo fundamental es dar a conocer a las niñas, niños, y jovenes una práctica que promueve la cooperación, el trabajo en conjunto, la no violencia y que al fortalecer su espíritu les da la seguridad necesaria para enfrentar las adversidades y a sus propios temores.
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HORARIO DE PRACTICA OTOÑO 2014
AIKIDO CANCUN
HORARIOS DE PRÁCTICA VERANO- OTOÑO 2014
MATUTINO
MARTES Y JUEVES DE 7.30 A 8.30 A.M
SABADOS Y DOMINGOS DE 9.00 A 11 .00 A.M
NOCTURNO
LUNES A JUEVES DE 8.30 A 9.30 P.M
TOTAL DE HORAS SEMANA/MES
10/40
DOJO
“CAR” CANCUN GYMNASTICS
Av. 16 de Abril SM 10 A Lote. 4
Cancún, Quintana Roo
C.P. 77500.
INFO: Cel .998 2314663
info@aikidocancun.com
Facebook: Aikido.Cancun
Twitter AikidoCancun
Google+ AikidoCancun
HORARIOS DE PRÁCTICA VERANO- OTOÑO 2014
MATUTINO
MARTES Y JUEVES DE 7.30 A 8.30 A.M
SABADOS Y DOMINGOS DE 9.00 A 11 .00 A.M
NOCTURNO
LUNES A JUEVES DE 8.30 A 9.30 P.M
TOTAL DE HORAS SEMANA/MES
10/40
DOJO
“CAR” CANCUN GYMNASTICS
Av. 16 de Abril SM 10 A Lote. 4
Cancún, Quintana Roo
C.P. 77500.
INFO: Cel .998 2314663
info@aikidocancun.com
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EL AIKIDO Y LA MUJER
Publicado en facebook por Aikido Universitas
EL AIKIDO Y LA MUJER
En nuestra sociedad existe una desigualdad jerárquica entre los géneros femenino y masculino que se expresa en prescripciones muy fijas y estereotipadas de cómo ser mujer y cómo ser hombre, con asignaciones de valor, de jerarquía, status y poder a cada uno. Bajo este androcentrismo se define a las mujeres como sostenedoras de lo emocional, de lo doméstico, de lo irracional, pasivas, etc. En cambio los varones son vistos como los sostenedores económicos, de la familia, con capacidad para las grandes decisiones, exitosos, etc. Todo esto se traduce culturalmente en la aceptación de una superioridad masculina e inferioridad femenina como realidad inevitable.
Una de las consecuencias de este planteamiento es la creencia a “pie juntillas” de que las mujeres, biológicamente, no son aptas para disciplinas como las artes marciales o bien creen que aquellas, podrían masculinizarla (perdiendo de esta manera la categoría de “objeto estético” al que han sido elevadas). La participación de las mujeres en el Aikido adolece del mismo problema social. No encaja una mujer en un arte marcial para el cual la fuerza muscular, la rapidez de movimientos y la agilidad mental son factores primordiales. A la vez, las que deciden practicarlo, tienen que luchar contra las descalificaciones a las que son sometidas.
Existe un gran rechazo social sobre aquellas prácticas que no coinciden con lo “femenino” (definido por suave y delicado), pues rompen con el modelo imperante pero con el cual todas nos identificamos sin ser totalmente conscientes del engaño al que somos sometidas. El Aikido por definición no contiene elementos diferenciadores entre mujeres y hombres, ni en las técnicas, ni en la vestimenta; además, en la lucha, la fuerza es prácticamente irrelevante para realizar un buen ejercicio marcial. Incluso, en la cultura japonesa, con sus rígidas normas, admitía la participación de las mujeres dentro de sus dojos.
En general, el propósito del Aikido es educar al cuerpo, a la mente y al espíritu, con el fin de lograr un desarrollo integral del ser humano. Desglosando lo que este arte marcial nos ofrece tenemos que, en cuanto a la salud corporal, los beneficios de la actividad física para las mujeres son interesantes: ayuda a fijar el calcio en los huesos; disminuye los síntomas de la menopausia; en el embarazo un cuerpo flexible ayuda en la hora del parto y en la posterior recuperación; los movimientos se hacen más sutiles y coordinados, a la vez que se aumenta la potencia física; en general se embellece el cuerpo. Esta mejora va unida al conocimiento de nuestra propia mente: ser conscientes de lo que pasa por ella nos permite gestionar de forma inteligente nuestros afectos. Cuando alguien sólo ha vivido con violencia, con carencia de afecto, etc., es más probable que sus respuestas sean también violentas, porque es el sentimiento que más profundamente conoce. La base del Aikido es la no-violencia, sus pautas van dirigidas a enseñarnos a vivir en armonía con uno mismo sabiendo enfrentarnos a sentimientos negativos como la ira, el miedo, la duda, la indecisión, el menosprecio, la vanidad, etc. Como metodología se utiliza el propio ejercicio, siguiendo la premisa “una acción es un pensamiento que se manifiesta”, por ejemplo: Si observamos que un movimiento es ejecutado con rabia nos da a entender: la falta de cooperación por parte del otro/a, su desconfianza, y/o su lucha por controlarnos. En cambio si el movimiento está hecho con determinación pero suavemente, todo fluye hacia un diálogo tranquilo, donde encontrar la solución más adecuada sea el “modus operandi” de la relación entre los individuos implicados. No se trata de camuflar nuestras emociones sino todo lo contrario, hay que expresar nuestro sentimiento a quien nos lo haya generado, pero es importante saberlo hacer de forma asertiva y respetuosa. Cuanta mayor coherencia exista entre nuestro pensar, nuestro sentir y nuestras acciones, mayor equilibrio, bienestar y libertad habrá en nuestra vida.
El Aikido es una vía de unidad del cuerpo con el espíritu. Esto es, existe una comunicación entre nuestro interior (espíritu) y el mundo, que puede resultar enriquecedora si se sabe escuchar; ese diálogo se trasmite a través de la estructura corporal: Unos movimientos flexibles nos hablaran de un interior abierto a todas las posibilidades y retos que la vida nos ofrece; la resistencia al esfuerzo se traduce en paciencia y superación del sufrimiento; la agudeza en los reflejos, en la capacidad de observar todo lo que pasa a nuestro alrededor. Nos expresamos con el cuerpo, a través de él experimentamos la vida, nos movemos y sentimos por medio de él. Aquél es un instrumento al servicio del “Yo” y por ello, debe ser cuidado, mantenido, entrenado, e incluso conducido. Si somos incapaces de amarnos, de aceptar como somos (física y mentalmente), no seremos capaces de querer y aceptar a otras personas. Si no sabemos escuchar nuestro cuerpo, ¿cómo vamos a saber lo que necesita?. Pero es difícil escuchar cuando estamos llenas de obsesiones, ansiedades, cuando reprimimos nuestros deseos,... Al liberar las tensiones del cuerpo dejaremos de dañarlo y dañarnos, entonces tomaremos conciencia de nosotras mismas, de nuestras limitaciones y capacidades. Reconoceremos donde actuar si algo no nos agrada o merma nuestra salud. Además nos libraremos del mito de la belleza femenina, valorando nuestro cuerpo antes que querer tener el de otra persona; pudiendo ser sensuales sin que por ello estemos provocando a los hombres. Si una mujer se ve obligada a sufrir por su aspecto para sentirse valorada y respetada, para conseguir un trabajo, para integrarse en un grupo, entonces estamos confundiendo libertad y obligación.
Pocas veces, se tiene en cuenta que la práctica del Aikido puede ser un recurso para la educación, prevención, cura y defensa frente a la violencia contra las mujeres, sin embargo, son notables los beneficios que la práctica de este arte procura para la socialización y la educación, en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
La transmisión de valores como el respeto hacia el otro y hacia uno mismo, el autodominio, el coraje, la modestia, la calma, etc. son parte de las herramientas utilizadas para tal fin. Hay que destacar que estas enseñanzas nos llevan ha obtener mayor confianza en nosotras mismas, lo que es fundamento para una personalidad sana. Y no hablo de una confianza en sí misma ante una agresión o asalto, lo cual es una cosa accidental, sino la confianza que se necesita en las actividades diarias, ya sea en el trabajo, estudio, hogar y relaciones sociales.
Estar segura y tranquila con uno misma, es fundamental para poder decidir qué persona queremos ser y reconocer qué es lo que nos hace feliz, rompiendo con el autoengaño al cual las mujeres nos hemos venido sometiendo, dada la internalización de normas enajenantes como pueden ser: la culpabilidad, la falta de autoestima, incapacidad para identificar las emociones o bien para poder expresarlas, desconfianza ante nuestras propias capacidades, el poco respeto ante nuestro cuerpo, y así, hasta un sin fin de aspectos.
El Aikido se basa en movimientos armónicos, éstos revelan los hábitos personales, nuestra actitud ante la vida y nuestra forma de enfrentarnos a ella. Nos descubre la manera en la que pensamos, percibimos, interactuamos y respondemos a situaciones cotidianas. Ser consciente de todo ello es primer paso para transformar en positivo aquello de nosotras que nos bloquea, nos daña o nos hace ser violentas. Cabe decir que los seres humanos aprendemos a ser agresivos de la misma manera que aprendemos a inhibir la agresión.
Desde la práctica del Aikido se nos plantea nuevas maneras de encararnos con los conflictos y rompe con la idea de que sólo se puede crecer o lograr algo mediante la violencia. Evidentemente, no se trata de ser sumisas o reprimidas, sino de ser capaces de encontrar el camino más adecuado que guíe nuestras diferentes energías hacia una resolución no violenta de los desacuerdos. Es un hecho constatado que las víctimas de la violencia de género están presas de la angustia, la impotencia, el temor y la desorientación. Ven minada la capacidad de pensar con claridad, de concentrarse o de tomar decisiones. Por consiguiente necesitan recuperar el sentido de seguridad, de esperanza y de control sobre sus vidas.
El Aikido plantea una tarea curativa que consiste, en la búsqueda de la paz interior y en la recuperación de la fuerza para reconstruir un nuevo proyecto vital. Si la violencia contra las mujeres constituye una aberración que se alimenta y sobrevive en el entramado de nuestra sociedad, su erradicación nos concierne a todos y todas. Aunque ya en pleno siglo XXI, las barreras de género son menores que antaño, a las mujeres nos queda mucho por superar. Hemos de tener el coraje de entrar en los territorios que desde tiempos ancestrales, nos han sido vetados por el mero hecho de ser mujeres.
Reiteramos que el Aikido es una filosofía de vida, no se queda en la técnica sino que la transciende para posibilitar el progreso del individuo. La manera en como lo practicamos no es más que una metáfora de nuestra vida y nuestras experiencias. Dado que, todas las actitudes y comportamientos están dentro del abanico de posibilidades de la persona, es responsabilidad nuestra elegir aquellas formas que conduzcan hacia una mayor armonía con nosotras mismas y con el resto de la humanidad.
Para concluir recordar una frase de Morihei Ueshiba (fundador del Aikido):
“Conocerse uno mismo es conocer la misión asignada por el cielo. Cumplir la misión del cielo es ajustarse al orden del Universo(...)”.
Porque el verdadero rumbo de la vida está determinado desde nuestro interior, tenemos que autoconocernos, y una vez adquirido éste, hemos de autorealizarnos. Pues la verdadera libertad está en ser lo que uno es.
Sandra Hernández León
Fuente: Takemusudojo
Una de las consecuencias de este planteamiento es la creencia a “pie juntillas” de que las mujeres, biológicamente, no son aptas para disciplinas como las artes marciales o bien creen que aquellas, podrían masculinizarla (perdiendo de esta manera la categoría de “objeto estético” al que han sido elevadas). La participación de las mujeres en el Aikido adolece del mismo problema social. No encaja una mujer en un arte marcial para el cual la fuerza muscular, la rapidez de movimientos y la agilidad mental son factores primordiales. A la vez, las que deciden practicarlo, tienen que luchar contra las descalificaciones a las que son sometidas.
Existe un gran rechazo social sobre aquellas prácticas que no coinciden con lo “femenino” (definido por suave y delicado), pues rompen con el modelo imperante pero con el cual todas nos identificamos sin ser totalmente conscientes del engaño al que somos sometidas. El Aikido por definición no contiene elementos diferenciadores entre mujeres y hombres, ni en las técnicas, ni en la vestimenta; además, en la lucha, la fuerza es prácticamente irrelevante para realizar un buen ejercicio marcial. Incluso, en la cultura japonesa, con sus rígidas normas, admitía la participación de las mujeres dentro de sus dojos.
En general, el propósito del Aikido es educar al cuerpo, a la mente y al espíritu, con el fin de lograr un desarrollo integral del ser humano. Desglosando lo que este arte marcial nos ofrece tenemos que, en cuanto a la salud corporal, los beneficios de la actividad física para las mujeres son interesantes: ayuda a fijar el calcio en los huesos; disminuye los síntomas de la menopausia; en el embarazo un cuerpo flexible ayuda en la hora del parto y en la posterior recuperación; los movimientos se hacen más sutiles y coordinados, a la vez que se aumenta la potencia física; en general se embellece el cuerpo. Esta mejora va unida al conocimiento de nuestra propia mente: ser conscientes de lo que pasa por ella nos permite gestionar de forma inteligente nuestros afectos. Cuando alguien sólo ha vivido con violencia, con carencia de afecto, etc., es más probable que sus respuestas sean también violentas, porque es el sentimiento que más profundamente conoce. La base del Aikido es la no-violencia, sus pautas van dirigidas a enseñarnos a vivir en armonía con uno mismo sabiendo enfrentarnos a sentimientos negativos como la ira, el miedo, la duda, la indecisión, el menosprecio, la vanidad, etc. Como metodología se utiliza el propio ejercicio, siguiendo la premisa “una acción es un pensamiento que se manifiesta”, por ejemplo: Si observamos que un movimiento es ejecutado con rabia nos da a entender: la falta de cooperación por parte del otro/a, su desconfianza, y/o su lucha por controlarnos. En cambio si el movimiento está hecho con determinación pero suavemente, todo fluye hacia un diálogo tranquilo, donde encontrar la solución más adecuada sea el “modus operandi” de la relación entre los individuos implicados. No se trata de camuflar nuestras emociones sino todo lo contrario, hay que expresar nuestro sentimiento a quien nos lo haya generado, pero es importante saberlo hacer de forma asertiva y respetuosa. Cuanta mayor coherencia exista entre nuestro pensar, nuestro sentir y nuestras acciones, mayor equilibrio, bienestar y libertad habrá en nuestra vida.
El Aikido es una vía de unidad del cuerpo con el espíritu. Esto es, existe una comunicación entre nuestro interior (espíritu) y el mundo, que puede resultar enriquecedora si se sabe escuchar; ese diálogo se trasmite a través de la estructura corporal: Unos movimientos flexibles nos hablaran de un interior abierto a todas las posibilidades y retos que la vida nos ofrece; la resistencia al esfuerzo se traduce en paciencia y superación del sufrimiento; la agudeza en los reflejos, en la capacidad de observar todo lo que pasa a nuestro alrededor. Nos expresamos con el cuerpo, a través de él experimentamos la vida, nos movemos y sentimos por medio de él. Aquél es un instrumento al servicio del “Yo” y por ello, debe ser cuidado, mantenido, entrenado, e incluso conducido. Si somos incapaces de amarnos, de aceptar como somos (física y mentalmente), no seremos capaces de querer y aceptar a otras personas. Si no sabemos escuchar nuestro cuerpo, ¿cómo vamos a saber lo que necesita?. Pero es difícil escuchar cuando estamos llenas de obsesiones, ansiedades, cuando reprimimos nuestros deseos,... Al liberar las tensiones del cuerpo dejaremos de dañarlo y dañarnos, entonces tomaremos conciencia de nosotras mismas, de nuestras limitaciones y capacidades. Reconoceremos donde actuar si algo no nos agrada o merma nuestra salud. Además nos libraremos del mito de la belleza femenina, valorando nuestro cuerpo antes que querer tener el de otra persona; pudiendo ser sensuales sin que por ello estemos provocando a los hombres. Si una mujer se ve obligada a sufrir por su aspecto para sentirse valorada y respetada, para conseguir un trabajo, para integrarse en un grupo, entonces estamos confundiendo libertad y obligación.
Pocas veces, se tiene en cuenta que la práctica del Aikido puede ser un recurso para la educación, prevención, cura y defensa frente a la violencia contra las mujeres, sin embargo, son notables los beneficios que la práctica de este arte procura para la socialización y la educación, en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
La transmisión de valores como el respeto hacia el otro y hacia uno mismo, el autodominio, el coraje, la modestia, la calma, etc. son parte de las herramientas utilizadas para tal fin. Hay que destacar que estas enseñanzas nos llevan ha obtener mayor confianza en nosotras mismas, lo que es fundamento para una personalidad sana. Y no hablo de una confianza en sí misma ante una agresión o asalto, lo cual es una cosa accidental, sino la confianza que se necesita en las actividades diarias, ya sea en el trabajo, estudio, hogar y relaciones sociales.
Estar segura y tranquila con uno misma, es fundamental para poder decidir qué persona queremos ser y reconocer qué es lo que nos hace feliz, rompiendo con el autoengaño al cual las mujeres nos hemos venido sometiendo, dada la internalización de normas enajenantes como pueden ser: la culpabilidad, la falta de autoestima, incapacidad para identificar las emociones o bien para poder expresarlas, desconfianza ante nuestras propias capacidades, el poco respeto ante nuestro cuerpo, y así, hasta un sin fin de aspectos.
El Aikido se basa en movimientos armónicos, éstos revelan los hábitos personales, nuestra actitud ante la vida y nuestra forma de enfrentarnos a ella. Nos descubre la manera en la que pensamos, percibimos, interactuamos y respondemos a situaciones cotidianas. Ser consciente de todo ello es primer paso para transformar en positivo aquello de nosotras que nos bloquea, nos daña o nos hace ser violentas. Cabe decir que los seres humanos aprendemos a ser agresivos de la misma manera que aprendemos a inhibir la agresión.
Desde la práctica del Aikido se nos plantea nuevas maneras de encararnos con los conflictos y rompe con la idea de que sólo se puede crecer o lograr algo mediante la violencia. Evidentemente, no se trata de ser sumisas o reprimidas, sino de ser capaces de encontrar el camino más adecuado que guíe nuestras diferentes energías hacia una resolución no violenta de los desacuerdos. Es un hecho constatado que las víctimas de la violencia de género están presas de la angustia, la impotencia, el temor y la desorientación. Ven minada la capacidad de pensar con claridad, de concentrarse o de tomar decisiones. Por consiguiente necesitan recuperar el sentido de seguridad, de esperanza y de control sobre sus vidas.
El Aikido plantea una tarea curativa que consiste, en la búsqueda de la paz interior y en la recuperación de la fuerza para reconstruir un nuevo proyecto vital. Si la violencia contra las mujeres constituye una aberración que se alimenta y sobrevive en el entramado de nuestra sociedad, su erradicación nos concierne a todos y todas. Aunque ya en pleno siglo XXI, las barreras de género son menores que antaño, a las mujeres nos queda mucho por superar. Hemos de tener el coraje de entrar en los territorios que desde tiempos ancestrales, nos han sido vetados por el mero hecho de ser mujeres.
Reiteramos que el Aikido es una filosofía de vida, no se queda en la técnica sino que la transciende para posibilitar el progreso del individuo. La manera en como lo practicamos no es más que una metáfora de nuestra vida y nuestras experiencias. Dado que, todas las actitudes y comportamientos están dentro del abanico de posibilidades de la persona, es responsabilidad nuestra elegir aquellas formas que conduzcan hacia una mayor armonía con nosotras mismas y con el resto de la humanidad.
Para concluir recordar una frase de Morihei Ueshiba (fundador del Aikido):
“Conocerse uno mismo es conocer la misión asignada por el cielo. Cumplir la misión del cielo es ajustarse al orden del Universo(...)”.
Porque el verdadero rumbo de la vida está determinado desde nuestro interior, tenemos que autoconocernos, y una vez adquirido éste, hemos de autorealizarnos. Pues la verdadera libertad está en ser lo que uno es.
Sandra Hernández León
Fuente: Takemusudojo
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KURITA Y. SHIHAN SEMINAR DEC. 2014 KURITA JUKU AIKI
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Ryudo
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Entrevista con Yutaka Kurita Shihan por Liese Klein
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SEMINARIO DE AIKIDO KURITA SHIHAN VISITA KURITA JUKU AIKI AIKIDO CANCUN
Kurita Shihan hará una visita al grupo de práctica de Cancún e impartirá un Seminario los días 21 y 22 de Mayo.
El link con la información general del Seminariohttp://aikidocancun.com/seminario.html
Link para su registro: http://goo.gl/forms/n23p4PDZ9N
Por lo que hacemos extensiva la invitación a todos ustedes, esperamos que nos acompañen a recibir Kurita Shihan en Cancún y participar de su Seminario, de igual forma nos den la oportunidad de practicar y convivir con todos ustedes.
Si requieren información adicional pueden contactarnos vía email a: coordinacion@aikidocancun.com
Por lo que hacemos extensiva la invitación a todos ustedes, esperamos que nos acompañen a recibir Kurita Shihan en Cancún y participar de su Seminario, de igual forma nos den la oportunidad de practicar y convivir con todos ustedes.
Si requieren información adicional pueden contactarnos vía email a: coordinacion@aikidocancun.com
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36 Años com representante oficial del Aikikai en Mexico Kuriat Y. Shihan
Hace un poco mas de 36 años el Aikido Doshu Ueshiba Kisshomaru Sensei representando al Aikikai dió el Nombramiento de Shihan (Instructor de Instructores) a Kurita Y. Sensei y lo envió a la Ciudad de México ese mismo año a ser el representante oficial en México del Aikikai, misión que ha cumplido fielmente durante ese tiemp
dirigiendo la Practica |
Uke del Fundador |
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HORARIO MATUTINO DE PRACTICA DE AIKIDO
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